viernes, 28 de mayo de 2010

Templum Romanum

Templo de la Fortuna Viril, Roma






En Roma los templos estaban elevados sobre un podium, sólo se podía acceder al templo por el frente, por unas escaleras.

Basicamente es originario de las ideas conjuntas entre los templos etrusco y griego con planta rectangular y que difiere en el orden toscano descrito por Vitrubio que era cuadrado sobre un zócalo al que se accedía por una escalera anterior o podium.

No tienen peristilo, son pseudodípteros ya que sólo disponen de una fachada, por lo tanto todos los templos romanos son próstilos.


A diferencia de los templos griegos que contaban con pronaos, naos o cella y opistódomo los templos romanos sólo poseen la cella.














Maison Carrée, Nimes

miércoles, 26 de mayo de 2010

Helena de Esparta / Helena de Troya


Peter Paul Rubens (1577–1640)




HELENA ( Ἑλένη en griego antiguo), a veces conocida como Helena de Troya o Helena de Esparta. Era considerada hija de Zeus y, pretendida por muchos héroes debido a su gran belleza, fue seducida o raptada por Paris, príncipe de Troya, lo que originó una guerra.

RAPTO DE HELENA POR TESEO
Helena fue famosa por su belleza desde que era una niña. Un día, mientras realizaba un sacrificio a la diosa Artemisa, fue sorprendida y raptada por el héroe ateniense Teseo en compañía de su amigo Pirítoo. Tras capturarla, echaron a suertes la doncella, correspondiéndole a Teseo. Pero cuando éste volvió a Atenas, el pueblo ateniense no permitió la entrada de la muchacha en la ciudad, motivo por el que Teseo la condujo a Afidna, junto a su madre Etra. A continuación, Teseo y Pirítoo decidieron marchar al Hades para raptar a Perséfone con la intención de convertirla en consorte de Pirítoo. Durante la estancia en el Hades de Teseo y Pirítoo, los Dioscuros rescataron a Helena. A su vez tomaron como prisioneras a la madre de Teseo y a la hermana de Pirítoo, que condujeron hasta Esparta para convertirlas en esclavas de Helena.


BODA CON MENELAO
Cuando Helena llegó a la edad de casarse, tuvo muchos pretendientes que acudieron desde todas las partes de Grecia, animados por la fama de su gran belleza y porque ella y su futuro esposo reinarían en Esparta. Tindáreo, temiendo provocar una guerra entre los pretendientes rechazados, siguió un consejo de Odiseo. A cambio, prometió a éste su ayuda para conseguir a su sobrina Penélope como esposa.

El consejo de Odiseo consistía en arrancar a los pretendientes el juramento de acatar la decisión que se adoptase sobre quién sería el esposo de Helena y la obligación de acudir en auxilio del elegido si en algún momento su esposa le fuese disputada.

Una vez realizado el juramento, Helena eligió como marido a Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas (en otras versiones, de Argos), que, a su vez, se casó con su hermana Clitemnestra. Menelao y Helena tuvieron una hija, Hermíone.

RAPTO DE HELENA POR PARIS
La diosa Afrodita había prometido al príncipe troyano Paris el amor de Helena como premio por haber decidido a su favor en el concurso de belleza que la había enfrentado a Hera y Atenea.

Paris fue a Esparta, donde fue recibido hospitalariamente por Menelao y Helena. Sin embargo, durante su estancia, Menelao tuvo que viajar a Creta para asistir al funeral por la muerte de su abuelo materno, Catreo.

Afrodita provocó que Helena se enamorase de Paris y huyeron los dos de Esparta junto con el tesoro de Helena, mientras Menelao se encontraba aún en Creta. Se unieron por vez primera en una isla de localización incierta llamada Cránae. Hera les envió una tempestad y, tras pasar por Chipre y Fenicia, llegaron a Troya.

Otra tradición explicaba que Paris raptó a Helena y la llevó consigo por la fuerza.


Peter Paul Rubens

JUICIO DE PARIS

Eris o Eride, la diosa de la Discordia, molesta por no haber sido invitada a las bodas de Peleo y Tetis (futuros padres de Aquiles), a la que habían sido invitados todos los dioses, tramó un modo de vengarse sembrando la discordia entre los invitados: se presentó en el sitio donde estaba teniendo lugar el banquete, y arrojó sobre la mesa una manzana de oro, que debía ser para la más hermosa de las damas presentes.


Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) se disputaron la manzana produciéndose una gran discusión entre ellas, por lo que tuvo que intervenir el padre de todos los dioses, Zeus (Júpiter en la mitología romana).


Vicente Juan Macip (Juan de) Juanes, 1523 - 1579.

Zeus decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, que era hijo del rey de Troya. El dios mensajero, Hermes (Mercurio), fue enviado a buscarlo con el encargo del Juicio que se le pedía; localizó al príncipe-pastor y le mostró la manzana de la que tendría que hacer entrega a la diosa que considerara más hermosa. Precisamente lo había elegido Zeus por haber vivido alejado y separado del mundo y de las pasiones humanas. Así, se esperaba de él que su juicio fuera absolutamente imparcial.


Paul Cézanne 1839 - 1906

Cada una de las diosas pretendió convencer al improvisado juez, intentando incluso sobornarlo. La diosa Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear, o, también, el título de Emperador de Asia; Atenea, diosa de la inteligencia, además de serlo de la guerra, le ofreció la sabiduría o, según otras versiones, la posibilidad de vencer todas las batallas a las que se presentase; Afrodita, le ofreció el amor de la más bella mujer del mundo.

Se distinguen varias versiones sobre la desnudez o no de las diosas: una primera que indica que todas se desnudaron para mostrar así su belleza al mortal; una segunda que indica que únicamente lo realizó Afrodita para demostrar así su belleza y por ello ganó; y una última que niega esta posibilidad del desnudo de las diosas.

Paris se decidió finalmente por Afrodita, y su decisión trajo graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa del rey de Esparta, Menelao; en ocasión del paso de Paris por las tierras de este rey, y después de haber estado una noche en su palacio, Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya.


El juicio de Paris. Enrique Simonet Lombardo (Valencia 1866-Madrid 1927).
1904. Óleo sobre lienzo.


Esto enfureció a Menelao y éste convocó a los reyes aqueos como Agamenón, su hermano, que fue nombrado comandante en jefe;

Odiseo, que, inspirado por Atenea, fue el que ideó el caballo de madera con el que la expedición aquea pudo por fin tomar Troya y Aquiles, entre muchos otros, para ir a recuperar a Helena o, si fuese necesario, pelear por ella en Troya, hecho que cuenta Homero en la Ilíada.





Fresco de Herculano

Teseo, rey de Atenas




Teseo (en griego antiguo Θησεύς) fue un mítico rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo, aunque según otra tradición su padre fue Poseidón, el dios del mar, quien habría abusado sexualmente de Etra en el templo de Atenea.

Viaje a Atenas
Teseo, que desde muy joven había destacado por su fuerza y su valentía, decidió dirigirse a Atenas en solitario para conocer a su progenitor sin temer los peligros que podía entrañar el viaje. Al contrario, deseaba emular las hazañas de su admirado Heracles, a quien le unió una buena amistad.

El primero en experimentar su valor fue Perifetes hijo de Hefesto, el salteador de caminos, que, a pesar de que era cojo, dominaba a la perfección una enorme maza de bronce con la que mataba a los viajeros: la misma maza que tan útil le sería a Teseo en el futuro, pues se quedó con ella tras darle muerte.



Otro de los bandidos a los que debió enfrentarse fue Sinis, el doblador de pinos, que tenía una manera peculiar de deshacerse de sus enemigos: doblaba dos pinos próximos, ataba las copas entre sí y un brazo de su víctima a cada una de ellas. Luego soltaba los árboles que, al enderezarse violentamente, desgarraban el cuerpo del desgraciado. Teseo, después de acabar con Sinis de la misma manera que él acababa a sus víctimas, mantuvo una relación amorosa con su hija Perigune de quien tuvo un hijo: Melanipo.

Después le tocó enfrentarse a Escirón, hijo de Pélope y descendiente de Tántalo, quien obligaba a los viajeros a lavarle los pies en el mar. Luego los arrojaba al mar donde una tortuga al servicio de Hades los devoraba. Teseo se negó y cogiéndolo por los pies lo tiró al mar.

Cerca del pueblo de Eleusis, un bandido llamado Cerción retaba a los viajeros a luchar con él en un duelo desigual y nadie le vencía. Solo Teseo lo hizo, levantándolo y arrojándolo fuertemente contra el suelo.

No lejos de ahí vivía Procustes, un bandido que tenía el hábito de tomar a los transeúntes y cambiarles el tamaño. A los altos les metía en una cama pequeña y los cortaba hasta que cabían. A los pequeños les metía en una cama grande y los estiraba. Teseo lo mató de la misma forma en que él mató a sus víctimas, metiéndolo en la cama más pequeña.

También mató a una cerda llamada Fea, que era una fiera hija de Tifón y Equidna.

Teseo continuó su viaje y llegó a Atenas, pero se encontró con un inconveniente: su padre se había casado con Medea, la que había sido esposa de Jasón. De esta unión había nacido un hijo al que llamaron Medo.

En Atenas

Ante esta situación inesperada, Teseo decidió esperar un poco antes de darse a conocer. Pero Medea, que era una hechicera, lo reconoció y vio en él un peligro para que su hijo accediera al trono de Atenas. Así que trazó un plan. El joven había acudido al palacio de incógnito precisamente para evitar los ardides de su madrastra, lo que aprovechó ésta para convencer a Egeo de que el recién llegado era un traidor. El rey se dispuso entonces a deshacerse de él ordenándole luchar contra el toro de Maratón.

Pero el toro fue derrotado y Teseo fue invitado a un banquete en el palacio para celebrar la victoria. Una vez allí Egeo puso veneno que le había dado Medea en la copa del muchacho pero la casualidad salvó su vida. Teseo había sacado la espada que le dio su madre para cortar la carne. Entonces Egeo reconoció el arma, comprendió lo que ocurría y arrebató a su hijo la copa de los labios. Habiendo fracasado en su empresa, Medea decidió huir con su hijo o fue expulsada por Egeo.

Teseo fue entonces reconocido oficialmente como hijo y sucesor del rey. Este hecho provocó la rebelión de los Palántidas, hijos de Palante que era hermano de Egeo, ya que uno de ellos hubiera sido el sucesor de Egeo en caso de que este no tuviera descendencia. Teseo, haciendo alarde de su astucia militar, consiguió acorralar a sus adversarios y dar muerte a gran parte de ellos, dándose a la fuga los restantes. Teseo fue entonces aclamado por todos los atenienses y reconocido como futuro rey.

En Atenas se ofreció como miembro de la ofrenda al rey Minos: siete muchachos y siete doncellas debían ser entregadas cada nueve años; los jóvenes eran entregados al llegar a Creta al Minotauro.



Una vez en Creta, la hija del rey Minos, Ariadna, se prendó de la belleza de Teseo y evitó que fuera sacrificado en este ritual. Para ello Ariadna acudió al constructor del laberinto donde vivía el Minotauro, Dédalo, quien le indicó que atara un hilo a la puerta y lo desenrollara conforme iba avanzando. Teseo siguió las instrucciones y llegó a la cámara del monstruo donde le dio muerte. A continuación volvió sobre sus pasos y rescató a los demás jóvenes atenienses que esperaban ser ofrecidos a la bestia. Ya de nuevo junto con Ariadna se embarcaron hacia Atenas, haciendo escala en la isla de Naxos donde quedó ella.



Al regresar a Atenas, Teseo olvidó colocar una vela blanca en señal de victoria por lo que su padre pensó que había sido sacrificado en Creta. Egeo se tiró al mar y en su memoria este mar lleva su nombre.

Teseo reinó en Atenas hasta que poco tiempo después logró instaurar la democracia. En la capital del Atica se convertirá en defensor de los débiles y oprimidos, sin que esto sea impedimento para proseguir sus andanzas aventureras. Fue al país de las amazonas para tener un hijo con su reina, participó en la expedición de los Argonautas para conquistar el Vellocino de Oro y tomó parte en la caza del jabalí de Calidonia, salvando la vida de su amigo Pirítoo.




Las amazonas
Después de que Heracles obtuviese en uno de sus doce trabajos el cinturón de la amazona Hipólita, Teseo, que participó en la expedición, secuestró a la amazona. Las amazonas atacaron entonces Atenas para rescatar a la raptada, pero fueron derrotadas por los atenienses, muriendo en algunas versiones la amazona raptada durante el ataque.

Teseo se casó con Hipólita, teniendo un hijo llamado Hipólito. Pero después terminaría casándose con Fedra, tras haber abandonado a su anterior esposa. En la versión en la que Teseo está casado con Hipólita y la abandona, ésta intentó vengarse llevando a las amazonas a la boda de Teseo y Fedra con la intención de matar a todos, aunque fracasó al ser asesinada por los invitados de Teseo.



Hipólito
Hipólito, el hijo que Teseo había tenido con la amazona, se distinguía por su pasión por la caza y las artes violentas. Veneraba a Artemisa, diosa virgen de la caza, y en cambio detestaba a la diosa del amor Afrodita. La diosa, ofendida por el desprecio del chico suscitó una terrible pasión por el mismo en el corazón de Fedra, que se había convertido en esposa de Teseo y por lo tanto madrastra de Hipólito. Estando Teseo ausente, Fedra se ofreció al casto joven, pero éste la despreció. La mujer, despechada, se ahorcó dejando una nota inculpatoria en la que decía que Hipólito había tratado de violarla.

Al regresar Teseo y ver la falsa acusación contra su hijo, cree en ella y clama venganza a Poseidón, que envió un toro que brotó del mar a Hipólito mientras éste cabalgaba en su carro. El carro volcó e Hipólito fue aplastado por sus propios caballos.
En algunas versiones fue en este momento cuando Fedra se suicidó, al ver el mal que había causado.

Teseo y Pirítoo
Pirítoo había oído hablar de la fama de Teseo y para comprobarla robó ganado que pertenecía a este último. Cuando Teseo lo persiguió, Pirítoo estaba dispuesto a enfrentarse a él pero antes de ello surgió entre ellos una admiración mutua que hizo que se juraran amistad eterna.

Teseo y Pirítoo fueron amigos inseparables, y participaron juntos en hazañas bélicas de su época: participó en la expedición de los Argonautas para conquistar el Vellocino de oro y tomó parte en la caza del jabalí de Calidón, también estuvo en la lucha de los lapitas contra los centauros, que tuvieron lugar en la boda de Pirítoo, cuando los ebrios centauros decidieron raptar a las mujeres.

Decidieron casarse cada uno con una hija de Zeus: Teseo con Helena, que aún era una niña, y Pirítoo con Perséfone. Primero raptaron a Helena y la dejaron bajo la custodia de Etra, y luego decidieron bajar al Hades en busca de Perséfone. Pero el dios Hades les tendió una trampa: les invitó a un banquete y una vez que los tuvo sentados a la mesa, los dejó adheridos a los asientos. Cuando Heracles, en su duodécimo trabajo fue en busca de Cerbero, estando en el Hades, los encontró encadenados. Al ver a Heracles, tendieron sus manos hacia él, como si fuesen a ser resucitados gracias a la fuerza de éste. A Teseo, agarrándolo de la mano, logró alzarlo, pero tuvo que abandonar a Pirítoo ya que, al intentar levantarlo, tembló la tierra, por lo que éste se quedó para siempre en el Hades.

Mientras Teseo estaba en el Hades, los Dióscuros, hermanos de Helena, liberaron a su hermana, se llevaron a Etra, la madre de Teseo, como esclava, hicieron huir a Demofonte y Acamante, los hijos que Teseo había tenido con Fedra, y pusieron en el trono de Atenas a Menesteo.



Muerte
Después de ser rescatado por Heracles del inframundo, volvió a Atenas, pero fue expulsado de allí por Menesteo y decidió establecerse en Esciros, donde además tenía posesiones.
Los habitantes de Esciros lo recibieron aclamándolo, por lo cual Licomedes, rey de la isla, decidió darle muerte. Para ello, hizo que se despeñara desde lo alto de un precipicio.
En otras versiones, la muerte de Teseo fue accidental

sábado, 15 de mayo de 2010

El Narrador de Cuentos - Dédalo e Icaro Parte 3





Dédalo llega a Sicilia y se pone al servicio del rey Cócalo para quien construye un embalse, fortifica la ciudad... Por su parte, Minos no se resigna a dejar escapar a Dédalo e inicia una intensa búsqueda. Para averiguar el lugar en que se esconde, por todas las ciudades por donde pasa, propone un problema técnico-intelectual y, al ver que el rey Cócalo le devuelve solucionado el problema, ya sabe dónde se halla el hábil Dédalo. En vano pedirá al rey que se lo entregue. Por el contrario, cuando Minos se está bañando, informadas por Dédalo de las costumbres de Minos, las hijas de Cócalo lo matarán echándole agua hirviendo.

El Narrador de Cuentos - Dédalo e Icaro Parte 2



Poseidón hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro.

Un día, Pasifae, la esposa de Minos, pide al escultor que le fabrique una figura de vaca que se semejara a la real para esconderse dentro y engañar al toro.De este modo engendra una criatura dotada mitad de cuerpo humano y mitad de toro: El Minotauro.









El castigo de Poseidón continuaba. El Minotauro sólo comía carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje. Cuando la criatura se hizo incontrolable, Minos ordenó a Dédalo construir una jaula gigantesca de la cual el Minotauro no pudiera escapar. Dédalo entonces construyó el laberinto, una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado.

Pero Minos, enojado con Dédalo por haber ayudado a Pasifae, manda encierrar también a Dédalo y a su hijo en el laberinto. No podían abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro.

Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.



Dédalo llevando la delantera no observa que Icaro, deslumbrado por la belleza del firmamento y con la música de los pájaros, comienza a cobrar altura poco a poco. Hasta que llega el momento en que los rayos del sol comienzan a ablandar la cera que sujetaba las plumas y éstas empiezan a desprenderse poco a poco hasta que Icaro cae al mar. Cuando Dédalo mira atrás, no encuentra a su hijo, pero ve dos alas que flotan en el mar y sobrevuela el lugar infinitas veces tratando de encontrar el cadáver de su hijo.

El Narrador de Cuentos - Dédalo e Icaro Parte 1

Dédalo es un mítico arquitecto e inventor ateniense que había aprendido su arte con la diosa Atenea en persona. Sin embargo, le aventajaba su sobrino Talos, el cual siendo aún muy jóven, inventó la sierra(inspirándose en las espinas de los peces), el torno de alfarero y el compás. Celoso, Dédalo arrojó a Talos desde el tejado del templo de Atenea y lo mató. Por esa razón fue desterrado de Atenas, hallando refugio en la corte del rey Minos en Creta; allí, con una joven esclava tuvo un hijo al que llamaron Ícaro.




Dédalo e Ícaro

Dédalo es un mítico arquitecto e inventor ateniense que había aprendido su arte con la diosa Atenea en persona. Sin embargo, le aventajaba su sobrino Talos, el cual siendo aún muy jóven, inventó la sierra(inspirándose en las espinas de los peces), el torno de alfarero y el compás. Celoso, Dédalo arrojó a Talos desde el tejado del templo de Atenea y lo mató. Por esa razón fue desterrado de Atenas, hallando refugio en la corte del rey Minos en Creta; allí, con una joven esclava tuvo un hijo al que llamaron Ícaro.


Poseidón hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro. Un día, Pasifae, la esposa de Minos, pide al escultor que le fabrique una figura de vaca que se semejara a la real para esconderse dentro y engañar al toro.De este modo engendra una criatura dotada mitad de cuerpo humano y mitad de toro: El Minotauro. El castigo de Poseidón continuaba. El Minotauro sólo comía carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje. Cuando la criatura se hizo incontrolable, Minos ordenó a Dédalo construir una jaula gigantesca de la cual el Minotauro no pudiera escapar. Dédalo entonces construyó el laberinto, una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado. Pero Minos, enojado con Dédalo por haber ayudado a Pasifae, encierra a Dédalo y su hijo en el laberinto. No podían abandonar la isla por mar, ya que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos los veleros y no permitía que ninguno navegase sin ser cuidadosamente registrado. Dado que Minos controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó plumas entre sí empezando por las más pequeñas y añadiendo otras cada vez más largas, para formar así una superficie mayor. Aseguró las más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar. Dédalo llevando la delantera no observa que Icaro, deslumbrado por la belleza del firmamento y con la música de los pájaros, comienza a cobrar altura poco a poco. Hasta que llega el momento en que los rayos del sol comienzan a ablandar la cera que sujetaba las plumas y éstas empiezan a desprenderse poco a poco hasta que Icaro cae al mar. Cuando Dédalo mira atrás, no encuentra a su hijo, pero ve dos alas que flotan en el mar y sobrevuela el lugar infinitas veces tratando de encontrar el cadáver de su hijo. Dédalo llega a Sicilia y se pone al servicio del rey Cócalo para quien construye un embalse, fortifica la ciudad... Por su parte, Minos no se resigna a dejar escapar a Dédalo e inicia una intensa búsqueda. Para averiguar el lugar en que se esconde, por todas las ciudades por donde pasa, propone un problema técnico-intelectual y, al ver que el rey Cócalo le devuelve solucionado el problema, ya sabe dónde se halla el hábil Dédalo. En vano pedirá al rey que se lo entregue. Por el contrario, cuando Minos se está bañando, informadas por Dédalo de las costumbres de Minos, las hijas de Cócalo lo matarán echándole agua hirviendo.