miércoles, 26 de mayo de 2010

Teseo, rey de Atenas




Teseo (en griego antiguo Θησεύς) fue un mítico rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo, aunque según otra tradición su padre fue Poseidón, el dios del mar, quien habría abusado sexualmente de Etra en el templo de Atenea.

Viaje a Atenas
Teseo, que desde muy joven había destacado por su fuerza y su valentía, decidió dirigirse a Atenas en solitario para conocer a su progenitor sin temer los peligros que podía entrañar el viaje. Al contrario, deseaba emular las hazañas de su admirado Heracles, a quien le unió una buena amistad.

El primero en experimentar su valor fue Perifetes hijo de Hefesto, el salteador de caminos, que, a pesar de que era cojo, dominaba a la perfección una enorme maza de bronce con la que mataba a los viajeros: la misma maza que tan útil le sería a Teseo en el futuro, pues se quedó con ella tras darle muerte.



Otro de los bandidos a los que debió enfrentarse fue Sinis, el doblador de pinos, que tenía una manera peculiar de deshacerse de sus enemigos: doblaba dos pinos próximos, ataba las copas entre sí y un brazo de su víctima a cada una de ellas. Luego soltaba los árboles que, al enderezarse violentamente, desgarraban el cuerpo del desgraciado. Teseo, después de acabar con Sinis de la misma manera que él acababa a sus víctimas, mantuvo una relación amorosa con su hija Perigune de quien tuvo un hijo: Melanipo.

Después le tocó enfrentarse a Escirón, hijo de Pélope y descendiente de Tántalo, quien obligaba a los viajeros a lavarle los pies en el mar. Luego los arrojaba al mar donde una tortuga al servicio de Hades los devoraba. Teseo se negó y cogiéndolo por los pies lo tiró al mar.

Cerca del pueblo de Eleusis, un bandido llamado Cerción retaba a los viajeros a luchar con él en un duelo desigual y nadie le vencía. Solo Teseo lo hizo, levantándolo y arrojándolo fuertemente contra el suelo.

No lejos de ahí vivía Procustes, un bandido que tenía el hábito de tomar a los transeúntes y cambiarles el tamaño. A los altos les metía en una cama pequeña y los cortaba hasta que cabían. A los pequeños les metía en una cama grande y los estiraba. Teseo lo mató de la misma forma en que él mató a sus víctimas, metiéndolo en la cama más pequeña.

También mató a una cerda llamada Fea, que era una fiera hija de Tifón y Equidna.

Teseo continuó su viaje y llegó a Atenas, pero se encontró con un inconveniente: su padre se había casado con Medea, la que había sido esposa de Jasón. De esta unión había nacido un hijo al que llamaron Medo.

En Atenas

Ante esta situación inesperada, Teseo decidió esperar un poco antes de darse a conocer. Pero Medea, que era una hechicera, lo reconoció y vio en él un peligro para que su hijo accediera al trono de Atenas. Así que trazó un plan. El joven había acudido al palacio de incógnito precisamente para evitar los ardides de su madrastra, lo que aprovechó ésta para convencer a Egeo de que el recién llegado era un traidor. El rey se dispuso entonces a deshacerse de él ordenándole luchar contra el toro de Maratón.

Pero el toro fue derrotado y Teseo fue invitado a un banquete en el palacio para celebrar la victoria. Una vez allí Egeo puso veneno que le había dado Medea en la copa del muchacho pero la casualidad salvó su vida. Teseo había sacado la espada que le dio su madre para cortar la carne. Entonces Egeo reconoció el arma, comprendió lo que ocurría y arrebató a su hijo la copa de los labios. Habiendo fracasado en su empresa, Medea decidió huir con su hijo o fue expulsada por Egeo.

Teseo fue entonces reconocido oficialmente como hijo y sucesor del rey. Este hecho provocó la rebelión de los Palántidas, hijos de Palante que era hermano de Egeo, ya que uno de ellos hubiera sido el sucesor de Egeo en caso de que este no tuviera descendencia. Teseo, haciendo alarde de su astucia militar, consiguió acorralar a sus adversarios y dar muerte a gran parte de ellos, dándose a la fuga los restantes. Teseo fue entonces aclamado por todos los atenienses y reconocido como futuro rey.

En Atenas se ofreció como miembro de la ofrenda al rey Minos: siete muchachos y siete doncellas debían ser entregadas cada nueve años; los jóvenes eran entregados al llegar a Creta al Minotauro.



Una vez en Creta, la hija del rey Minos, Ariadna, se prendó de la belleza de Teseo y evitó que fuera sacrificado en este ritual. Para ello Ariadna acudió al constructor del laberinto donde vivía el Minotauro, Dédalo, quien le indicó que atara un hilo a la puerta y lo desenrollara conforme iba avanzando. Teseo siguió las instrucciones y llegó a la cámara del monstruo donde le dio muerte. A continuación volvió sobre sus pasos y rescató a los demás jóvenes atenienses que esperaban ser ofrecidos a la bestia. Ya de nuevo junto con Ariadna se embarcaron hacia Atenas, haciendo escala en la isla de Naxos donde quedó ella.



Al regresar a Atenas, Teseo olvidó colocar una vela blanca en señal de victoria por lo que su padre pensó que había sido sacrificado en Creta. Egeo se tiró al mar y en su memoria este mar lleva su nombre.

Teseo reinó en Atenas hasta que poco tiempo después logró instaurar la democracia. En la capital del Atica se convertirá en defensor de los débiles y oprimidos, sin que esto sea impedimento para proseguir sus andanzas aventureras. Fue al país de las amazonas para tener un hijo con su reina, participó en la expedición de los Argonautas para conquistar el Vellocino de Oro y tomó parte en la caza del jabalí de Calidonia, salvando la vida de su amigo Pirítoo.




Las amazonas
Después de que Heracles obtuviese en uno de sus doce trabajos el cinturón de la amazona Hipólita, Teseo, que participó en la expedición, secuestró a la amazona. Las amazonas atacaron entonces Atenas para rescatar a la raptada, pero fueron derrotadas por los atenienses, muriendo en algunas versiones la amazona raptada durante el ataque.

Teseo se casó con Hipólita, teniendo un hijo llamado Hipólito. Pero después terminaría casándose con Fedra, tras haber abandonado a su anterior esposa. En la versión en la que Teseo está casado con Hipólita y la abandona, ésta intentó vengarse llevando a las amazonas a la boda de Teseo y Fedra con la intención de matar a todos, aunque fracasó al ser asesinada por los invitados de Teseo.



Hipólito
Hipólito, el hijo que Teseo había tenido con la amazona, se distinguía por su pasión por la caza y las artes violentas. Veneraba a Artemisa, diosa virgen de la caza, y en cambio detestaba a la diosa del amor Afrodita. La diosa, ofendida por el desprecio del chico suscitó una terrible pasión por el mismo en el corazón de Fedra, que se había convertido en esposa de Teseo y por lo tanto madrastra de Hipólito. Estando Teseo ausente, Fedra se ofreció al casto joven, pero éste la despreció. La mujer, despechada, se ahorcó dejando una nota inculpatoria en la que decía que Hipólito había tratado de violarla.

Al regresar Teseo y ver la falsa acusación contra su hijo, cree en ella y clama venganza a Poseidón, que envió un toro que brotó del mar a Hipólito mientras éste cabalgaba en su carro. El carro volcó e Hipólito fue aplastado por sus propios caballos.
En algunas versiones fue en este momento cuando Fedra se suicidó, al ver el mal que había causado.

Teseo y Pirítoo
Pirítoo había oído hablar de la fama de Teseo y para comprobarla robó ganado que pertenecía a este último. Cuando Teseo lo persiguió, Pirítoo estaba dispuesto a enfrentarse a él pero antes de ello surgió entre ellos una admiración mutua que hizo que se juraran amistad eterna.

Teseo y Pirítoo fueron amigos inseparables, y participaron juntos en hazañas bélicas de su época: participó en la expedición de los Argonautas para conquistar el Vellocino de oro y tomó parte en la caza del jabalí de Calidón, también estuvo en la lucha de los lapitas contra los centauros, que tuvieron lugar en la boda de Pirítoo, cuando los ebrios centauros decidieron raptar a las mujeres.

Decidieron casarse cada uno con una hija de Zeus: Teseo con Helena, que aún era una niña, y Pirítoo con Perséfone. Primero raptaron a Helena y la dejaron bajo la custodia de Etra, y luego decidieron bajar al Hades en busca de Perséfone. Pero el dios Hades les tendió una trampa: les invitó a un banquete y una vez que los tuvo sentados a la mesa, los dejó adheridos a los asientos. Cuando Heracles, en su duodécimo trabajo fue en busca de Cerbero, estando en el Hades, los encontró encadenados. Al ver a Heracles, tendieron sus manos hacia él, como si fuesen a ser resucitados gracias a la fuerza de éste. A Teseo, agarrándolo de la mano, logró alzarlo, pero tuvo que abandonar a Pirítoo ya que, al intentar levantarlo, tembló la tierra, por lo que éste se quedó para siempre en el Hades.

Mientras Teseo estaba en el Hades, los Dióscuros, hermanos de Helena, liberaron a su hermana, se llevaron a Etra, la madre de Teseo, como esclava, hicieron huir a Demofonte y Acamante, los hijos que Teseo había tenido con Fedra, y pusieron en el trono de Atenas a Menesteo.



Muerte
Después de ser rescatado por Heracles del inframundo, volvió a Atenas, pero fue expulsado de allí por Menesteo y decidió establecerse en Esciros, donde además tenía posesiones.
Los habitantes de Esciros lo recibieron aclamándolo, por lo cual Licomedes, rey de la isla, decidió darle muerte. Para ello, hizo que se despeñara desde lo alto de un precipicio.
En otras versiones, la muerte de Teseo fue accidental

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